Aunque no lo creas, buscar el depa ideal puede convertirse en una muy mala experiencia si no eres cuidadosa; sigue estás recomendaciones que te ayudarán a disfrutar la experiencia desde el principio.
1. Visitarás más de un lugar. Aunque puede pasar que el primer depa te «enamore», date la oportunidad de visitar otros. Por ejemplo, cuando yo buscaba vi uno que me encantó, era de buen tamaño, tenía un pequeño balcón y sus closets eran enoooormes; pero el edificio estaba un poco viejo, la renta era más cara y a fuerza tenía que compartir. Días después visité otro (en el que vivo ahora) y aunque es más chiquito, es solo para una persona, la zona está perfecta para mí y tiene todo cerca. Quizá si me habría quedado con el primero, me hubiese arrepentido.
2. Ten preparados los documentos básicos, aquí te cuento cuáles son los que posiblemente te pidan, así como los requisitos. ¡Dale una leída!
3. El precio de los depas regularmente son negociables, haz una oferta por la cantidad que te gustaría pagar por el que viste (siendo realistas) y cruza los dedos para que te den el sí.
4. Pregunta sobre las reglas de convivencia y comportamiento, muchos dueños no permiten hacer fiestas después de cierta hora, no aceptan mascotas, etc. Si firmas contrato estas cláusulas se incluirán, de lo contrario, no existen prohibiciones.
5. Visita la zona en los tres horarios diferentes: día, tarde y noche. Conoce bien la seguridad de la zona y el tipo de movimiento que hay, si pasan patrullas, cuenta con alumbrado público, etc.
6. Ten el dinero suficiente preparado, si comienzas con el trámite para rentar un depa y te dicen que sí, deberás cubrir los primeros pagos tan pronto sea posible.
7. Platica con la persona que te lo va a rentar. En mi caso, encontré el depa por medio de una agencia inmobiliaria, por lo que todo lo ves con un agente que interviene; antes de firmar contrato o el mismo día que lo hagas, tómate unos minutos para conocer a quien es el dueño, este tipo de acercamientos son importantes.
8. No sacrifiques tu ingreso por pagar el depa «perfecto». Aunque todos quisiéramos vivir en la mejor zona, a cinco minutos del trabajo o la escuela y en el lugar digno de película, no siempre se puede costear; cuando comienzas pagando más de lo que tenías pensado, es segurísimo que tendrás que comer atún no una semana seguida, ¡todo el mes! O en el peor de los casos, regresar con tus papás.
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