Hoy les contaba de esto en mi canal de instagram. Precisamente esta semana me dije varias veces «no puedo con todo» y entre que estaba llena de cosas, estresada, desesperada, preocupada y demás; la neta es que NO PUEDO CON TODO y no quiero poder.
De eso les quiero escribir, de esa presión constante por cumplir al 100% con las cosas a costa de lo que sea.
El compromiso es abrumador
En este mundo, donde las responsabilidades parecen multiplicarse y los días pasan volando, es fácil sentir que la carga de trabajo y compromisos es simplemente abrumadora. A veces, parece que no importa cuánto te esfuerces, siempre hay más en tu lista por hacer, ¿confirmas?
La trampa de la multitarea
Uno de los grandes mitos e, incluso, que han disfrazado como cualidad, es que debemos ser maestras en la multitarea para tener éxito. What?!
Siento que este cuento nos lo vendieron (y compramos) para, efectivamente, rompernos la cabeza y las emociones intentando demostrar que sí somos multitask.
No, wey, la verdad es que el cerebro humano funciona mejor cuando se concentra en una tarea a la vez. Intentar hacer demasiadas cosas al mismo tiempo no solo puede disminuir la calidad de tu trabajo, sino que también puede aumentar tu estrés y agotamiento. Como ya lo habrás comprobado.
El deber de cumplir con todo
Es que pareciera que ya no puedes decir que no a nada. Porque qué, «¿a caso no puedes?» Y ni hablemos de la presión que generan ciertos contenidos en redes sociales.
La presión por cumplir con todo puede venir de diferentes fuentes: trabajo, familia, amigos, pareja o una misma. Comúnmente, nos imponemos expectativas que terminan superándonos porque no teníamos total idea de lo que implicaba y, entonces, cuando ves que era más de o esperado, te sientes abrumada por no poder cumplir con lo que habías dicho que podías.
Hay que recordar que todos tenemos y llegamos a tocar nuestros propios límites, se vale decir que siempre no, pedir ayuda o simplemente abortar la misión.
Ok, sí, de acuerdo en todo… ¿pero qué se hace al respecto?
Claramente, aquí queremos soluciones. Porque, aunque hay muchas personas que disfrazan el andar corriendo, trabajar a deshoras, desvelarse, no tener vida personal y el workaholic como una virtud, la neta es que no lo es para todos.
Personalmente, creo que el verdadero éxito está en tener la posibilidad de darte el lujo de descansar y alejarte de todo (ojo, para mí, habrá quien piense que estoy mal y pues chido, tú dale amiguita que nadie te juzga).
Pero, para ti, que quieres bajarle a la velocidad y, sobre todo, estrés o ansiedad, ahí te van estos tips:
Elige tus batallas. O, lo que es lo mismo: identifica prioridades
No luches por abarcar todo al mismo tiempo, aprende a identificar tus prioridades. Toma un momento para evaluar qué tareas y compromisos son realmente importantes y cuáles pueden ser delegados, pospuestos o incluso eliminados. Aprender a decir «no» de manera asertiva y consciente puede aligerar significativamente tu carga.
Trátate bonito. O sea, autocuidado.
Cuando sientes que no puedes con todo, es porque no estás pudiendo con todo.
Detente. Pregúntate si estás sacrificando tu propio bienestar con tal de cumplir con las demandas externas. Recuerda que existe el agotamiento y deterioro de tu salud mental y emocional.
Cuanto te sientas en este punto, recuerda la recomendación anterior: prioriza. Y, si es necesario, priorízate tú, No eres una tarea, pero eres importante.
Date un rato para hacer ejercicio, meditar, salir a caminar o de plano desconéctate de todo. Bien dicen que para recargarse hay que desconectarse.
Pide ayuda
No debes poder con todo, así que pedir ayuda está bien. Quizá tu novio no sabe nada de tu trabajo, pero te puede echar la mano paseando a tu perrito. Quizá no entienda tus tablas de Excel, pero puede ayudarte comprar la comida.
Aprende a delegar
Como que esto aplica más en cosas del trabajo. Es jueves y cuando menos tedas cuentas tienes un montonal de tareas que aún no has terminado y te queda solo un día de la semana. Delega (y de nuevo, prioriza).
Delegar es también una habilidad, tanto en el ámbito laboral como en el personal.
Que no te dé miedo que nadie pueda hacerlo tan bien como tú, confía. Delegar no solo aliviará tu carga, sino que también te enseñara que el mundo no se cae, ni el negocio de la empresa en que trabajas va a tronar.
Friendly reminder
Sentir que no puedes con todo es una experiencia compartida por muchas personas. Levante la mano quién esté igual. La clave está en reconocer tus propios límites, identificar prioridades y cuidarte ante todo.
Al abrazar la gestión de la carga de manera consciente y realista, puedes encontrar el equilibrio necesario para cumplir con tus responsabilidades sin sacrificar tu propia salud y felicidad. Recuerda, no tienes que poder con todo ni debes poder hacerlo todo sola.
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